jueves, 1 de marzo de 2012

Al túmulo deste mismo Pintor, que era el Griego de Toledo




Del Griego aquí lo que encerrarse pudo
yaze, piedad lo esconde, fee lo sella,
blando le oprime, blando mientras huella
cafir, la parte que se hurtó del nudo.

Su fama el Orbe no reserva mudo,
humano clima, bien que a obscurecella,
se arma una embidia, y otra tanta estrella,
nieblas no atiende, de Orizonte rudo.

Obró a siglo mayor, mayor Apeles,
no el aplauso venal, y su extrañeza
admirarán no imitarán edades.

Creta le dio la vida, y los pinceles
Toledo, mejor patria donde empieza
a lograr con la muerte, eternidades. 

Fray Hortensio Félix de Paravicino y Arteaga.

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